Partamos del concepto de Desarrollo Gerencial: Todo esfuerzo enfocado a potenciar el desempeño de los niveles de mando en las organizaciones a corto, mediano y largo plazo, a través de una capacitación constante que logre construir agentes de cambio positivos, así como del desarrollo de nuevas habilidades de liderazgo enfocadas a dignificar y empoderar el trabajo de sus equipos de trabajo con la finalidad de elevar la productividad del equipo y como consecuencia, de la organización.

 

Por otro lado es importante tomar en cuenta la diferencia que existe entre Desarrollo Gerencial y Desarrollo Ejecutivo, ya que son términos que frecuentemente se suelen confundir.

 

El Desarrollo Ejecutivo se enfoca en el proceso de crecimiento individual de la persona, potenciar en todo sentido sus capacidades y habilidades para elevar su desempeño.

El Desarrollo Gerencial se centra en el proceso de formación para fortalecer el liderazgo del mando y que, a través de éste, se logre construir un extraordinario equipo de trabajo.

 

El objetivo principal que tengo es poner a tu alcance información que sirva como guía práctica para desarrollar estrategias gerenciales capaces de alcanzar objetivos organizacionales bajo una mística de trabajo con equipos de alto rendimiento.

 

Un gran porcentaje de organizaciones invierten recursos en capacitación y desarrollo del personal, que además de cumplir con las obligaciones laborales, tengan el alcance para que los colaboradores “se pongan la camiseta de su empresa” y así potenciar estrategias que se orienten  en alinear visión, misión y objetivos que desarrollen un modelo de inclusión en la organización.

 

Infortunadamente, en la mayoría de los casos, estos procedimientos no comienzan desde el pilar de la organización y ésta situación provoca que se pierda fuerza, llegando en ocasiones a fracasar en su totalidad.

 

Desarrollar una estructura de equipos de trabajo orientada a resultados individuales y grupales permitirá llevar de un simple proceso de supervisión gerencial a un verdadero liderazgo enfocado en lograr un ambiente propicio para potenciar el talento profesional de cada integrante del equipo, y con ello, crear un compromiso individual, que al integrarlo al compromiso grupal, creará sinergia y logrará, sin duda, elevar los resultados de toda la organización, superando los objetivos establecidos.

 

Por lo tanto, a partir del momento en el que el líder del equipo asuma su papel como agente de cambio, bajo los principios antes mencionados, se puede lograr que cada participante en la estrategia para alcanzar los objetivos establecidos, tome realmente en sus manos esa responsabilidad y además de dar su mejor esfuerzo, garantice el resultado, siendo capaz de alcanzar esos objetivos trazados por la organización, por supuesto, siempre alineados a sus propios objetivos personales.

 

El autor y consultor Stephen Covey decía: “Si uno quiere despertar confianza, debe ser digno de confianza”. Palabras con una profunda filosofía....

 

Vivimos épocas en donde la evolución tecnológica, social, de información, etc. han rebasado los modelos de gestión de hace 30 años. Las exigencias que demandan el desarrollo de personas y los mismos equipos de trabajo ya se encuentran basados en prácticas que obligan a los gerentes a empatizar con cada uno de sus colaboradores, conocer más acerca de ellos, desarrollar habilidades y competencias capaces de influir de manera positiva con el objetivo de fidelizar y armonizar el trabajo cotidiano que desempeña cada uno de ellos.